martes, 30 de noviembre de 2010

MEXICO COMO UNA CIUDAD INDEPENDIENTE

Desde el nombramiento de los integrantes de la Junta Provisional Gubernativa fue sintomático que no se encontrase ninguno de los antiguos líderes insurgentes. Se convocó a la elección de diputados para el Congreso Constituyente. Ésta fue por estamentos, lo que impidió una representación equitativa de las provincias. No obstante, se logró formar un grupo heterogéneo. Durante la primera asamblea se disputó la titularidad de la soberanía, la cual asumió el Congreso, provocándose así un claro distanciamiento con la Regencia, de la cual Iturbide era el titular.[409]
En el seno del Congreso, sin existir propiamente partidos políticos, se formaron básicamente dos grupos mayoritarios: los republicanos y los iturbidistas, así como un grupo minoritario que anhelaba un régimen gobernado por los borbonistas. El 18 de mayo, los iturbidistas —conformados por el alto clero y miembros del Ejército Imperial— pidieron y obtuvieron la corona para Agustín I, quien fue coronado el 21 de julio de 1822.
La reducción de impuestos y alcabalas produjo una crisis económica, los sueldos del ejército no podían ser cubiertos. El Congreso propuso la disminución de las fuerzas armadas. La oposición de los liberales contra el emperador se exacerbó y una conspiración organizada para establecer la república fue descubierta. En razón de esto varios diputados fueron arrestados.
Iturbide decidió disolver el Congreso el 31 de octubre, con lo cual el pacto de unión establecido en el Plan de Iguala se rompió.[410] Este despotismo fue increpado por Antonio López de Santa Anna el 6 de diciembre mediante el Plan de Veracruz. A pesar de que Iturbide envió a José Antonio de Echávarri a reprimir la sublevación, en febrero de 1823 se proclamó el Plan de Casa Mata, al cual se unieron los antiguos insurgentes Guadalupe Victoria, Nicolás Bravo y Vicente Guerrero. En solamente siete semanas, las dieciséis diputaciones provinciales, ávidas de obtener mayor autonomía, se adhirieron al nuevo plan. El 19 de marzo de 1823, el efímero imperio terminó con la abdicación a la corona y el exilio de Iturbide.[411]
Se estableció un triunvirato conformado por Guadalupe Victoria, Nicolás Bravo y Pedro Celestino Negrete, cuyos suplentes fueron José Mariano de Michelena, Miguel Domínguez y Vicente Guerrero, dándose así el paso definitivo a la instauración del régimen republicano. La clase política estuvo integrada por centralistas, cuyos principales promotores eran los miembros de la logia masónica escocesa y por federalistas, cuyos principales promotores eran los miembros de la logia masónica yorkina.
El 31 de enero de 1824 se aprobó el Acta Constitutiva de la Federación Mexicana y el 4 de octubre la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824, en cuya redacción participaron Miguel Ramos Arizpe, Servando Teresa de Mier, José Miguel Guridi y Alcocer, Carlos María de Bustamante, Valentín Gómez Farías, Lorenzo de Zavala y Manuel Crescencio Rejón, entre muchos otros. Ese mismo año, la República mexicana se integró por diecinueve estados (Yucatán argumentaría más tarde su incorporación como república federada), cinco territorios y un distrito federal.[

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